Fue escritora, profesora y filósofa francesa femenista. Fue una luchadora por la igualdad de derechos de la mujer y por la despenalización del aborto y de las relaciones sexuales.
Simone de Beauvoir nace en París
9 de enero de 1908 en el seno de la burguesía francesa. Sus padres fueron
Georges Bertrand de Beauvoir, abogado, y Françoise Brasseur. Dos años más tarde
nace su hermana Helene. El padre, ateo, la animó desde niña a familiarizarse
con las grandes obras maestras de la literatura y a escribir. Durante los años
de su infancia, Simone vive una fe ardiente, transmitida por su madre, de la
que, sin embargo, se alejará gradualmente hasta que, a la edad de 14 años,
acabará decidiendo que Dios simplemente no existe. Como escribe en su
autobiografía, Dios se había convertido en una idea abstracta de la que una
tarde decidió deshacerse. Debido a un revés económico familiar, el padre no
pudo procurarles una dote ni a ella ni su hermana. Sin embargo, ya hacia los 16
años la joven Simone decide que quiere trabajar y convertirse en profesora.
En 1926, mientras prepara los
exámenes para entrar en la universidad, se asocia al movimiento socialista. En
la Sorbona, asiste a los cursos de literatura y de filosofía, y en esos años
conoce y frecuenta a Merleau Ponty, Paul Nizan, Claude Levi-Strauss, Raymmond
Aron. En 1929 obtiene el título en Letras y la habilitación como profesor
agregado en filosofía: es la estudiante más joven en haber conseguido ese
título en Francia. Ese mismo año conoce a Jean Paul Sartre con quien
permanecerá ligada de por vida, tanto sentimental como intelectualmente.
De
hecho, a lo largo de los años ambos tuvieron diversas aventuras y Simone
mantuvo relaciones tanto con mujeres como con hombres. En sus textos, así como
en diversas entrevistas, nunca hace mención de sus relaciones con mujeres,
aunque sí habla de ellas en algunas cartas a Sartre y en su diario, anotado y
publicado póstumamente por su hija adoptiva, Sylvie Le Bon de Beauvoir. A
partir de 1931 se dedica a la enseñanza primero en Marsella, luego en Rouen, y
finalmente, a partir de 1936, en París en el Liceo Molière. En 1943, abandona
ese trabajo y decide dedicarse por entero a la escritura.
Ese mismo año publica
su primera novela, L’invitée, una narración de inspiración autobiográfica que
refleja la complicada relación a tres bandas entre Sartre, la misma Simone y
una joven estudiante de origen ruso, Olga Kosakiewicz. La novela combina en una
sola persona a Olga y a su hermana Wanda. Al año siguiente aparece Le Sang des
autres, en la que debate la cuestión de la responsabilidad de un intelectual en
tiempos de guerra. Siempre reflexionando sobre la guerra y la resistencia, en
1946 publica su tercera novela, Tous le hommes sont mortels, que dedica a
Sartre. En el período de la ocupación escribe también su única obra de teatro,
Les bouches inutiles.
Inmediatamente después de acabar
la guerra mundial aparecen sus primeros ensayos filosóficos: Pyrrhus et Cinéas en
el 44, Idéalisme moral et réalisme politique, L’existentialisme et la sagesse
des Nations, Oeil pour oeil en el 45, Littérature et métaphysique en el 46 y
Pour une moral de l’ambiguïté en el 47.
En 1944, junto con otros
intelectuales —Jean Paul Sartre, Raymond Aron, Michel Leiris, Maurice
Merleau-Ponty, Albert Ollivier y Jean Paulhan— funda para la editorial
Gallimard Les Temps Modernes (Tiempos modernos), una revista cercana al Partido
Comunista y medio de expresión del pensamiento existencial. Entre enero y mayo
de 1947 se encuentra en los Estados Unidos para una serie de conferencias, al
término de las cuales, un año más tarde, publica L'Amérique au jour le jour. En
ese mismo año aparecen los dos volúmenes de Le deuxième sexe (El segundo sexo),
que provoca escándalo y un animado debate incluso en Francia.
En la primera mitad de los años
cincuenta realiza numerosos viajes tanto por Francia como por el extranjero
dando conferencias y clases; después de un viaje a China publica La longue
Marche, comenzado en el 55 y dado a la imprenta en el 57. En 1954, publica Les
mandarines, su principal novela, que ganó el Prix Goncourt. Su producción
filosófica continúa a un buen ritmo y en Le Temps Modernes aparecen varios
ensayos a lo largo de los años, entre los cuales destaca el estudio sobre Sade,
Faut-il brûler Sade? de 1955.
Muy atenta a la política
internacional, en 1956 firma el manifiesto contra la invasión soviética a
Hungría; cuando en 1958 la guerra de Argelia abre un segundo frente de hecho
directamente en Francia, de Beauvoir tomar partido de manera abierta a favor de
la independencia argelina: junto con muchos otros intelectuales firma el
“manifiesto de los 121”, en el que se afirma que el colonialismo es un sistema
de opresión y que la que se encuentra en curso es una guerra de independencia
legítima por parte de los argelinos. En 1960 visita a Cuba, donde junto con
Sartre, se entrevista varias veces con el Che Guevara.
En 1964 muere su madre: Simone
cuenta sus últimos días en Une mort tres douce. Su continua actividad literaria
se entremezcla con largos viajes por la URSS, Egipto, Japón, Israel. En el 66 y
el 67 aparecen dos nuevas novelas, Les belles images y La femme rompue. 1968 es
un año rico en acontecimientos de importancia histórica. Simone apoya el inicio
de la revuelta estudiantil y condena la invasión a Checoslovaquia: a pesar de
su cercanía al marxismo, nunca se unió formalmente al Partido Comunista, del
cual, a partir de ese momento, y junto con Sartre, toma expresamente distancia.
Los años setenta la encuentran cada vez más comprometida con la problemática de
la situación de las mujeres, así como posicionada a favor del aborto e
involucrada en cuestiones de actualidad como la disidencia soviética, Chile y
el conflicto árabe-israelí. Son años en los que se dedica también a examinar la
cuestión de la vejez, comenzando por el voluminoso estudio publicado sobre el
tema en 1970, La vieillesse. En 1972 cierra el ciclo de cuatro volúmenes
autobiográficos iniciados casi 15 años antes: Mémoires d'une jeune rangée, La
force des choses, La force de l'âge y Tout compte fait.
En 1980 muere Sartre. Al año
siguiente pública La cérémonie des adieux, en el que recuerda su relación y
narra los últimos meses de vida del pensador francés, ya profundamente afectado
por la enfermedad. De Beuavoir muere el 14 de abril de 1986 y está enterrada
junto a Sartre en el cementerio de Montparnasse en Paris.
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