Pintora italiana.
Perteneciente a una noble familia de Cremona, fue educada en la pintura junto a
sus cinco hermanas. Primero, desde 1545 aproximadamente, estudió con Bernardino
Campi, y con Bernardino Gatti a partir de 1549. Vasari visitó a la familia y
dejó constancia de la preparación de Sofonisba tanto en la pintura como en el
dibujo. Destacó en la realización de retratos, llevando a cabo un tipo de
representación un tanto informal, en el que a menudo sus modelos desarrollan
tareas aparentemente domésticas, acompañados de una serie de objetos que
definen en mayor profundidad su personalidad. Ejemplo de ello encontramos en
sus numerosos autorretratos en los que Sofonisba aparece leyendo, tocando algún
instrumento musical o pintando; todos estos atributos son a la vez
representaciones elocuentes de las actividades a las que está sujeto un noble
de su rango.
En sus primeras obras, se ha señalado la influencia de su maestro
Campi, quien asimismo destacó por sus retratos. De Gatti, sin embargo, se ha
hecho derivar la influencia de Correggio, que se dejaría sentir en Cremona a lo
largo del siglo. Esta influencia parmesana matiza suavemente el acercamiento
veraz a los objetos y materias que realiza Sofonisba, quien además insiste
especialmente en el estudio psicológico de los modelos. Su actividad en Cremona
también incluye pequeñas obras religiosas, realizadas con el objetivo de
satisfacer un tipo de devoción privada. En 1559 fue invitada a la corte de
Felipe II gracias a los oficios del duque de Alba y del duque de Sessa,
gobernador de Milán. Trasladada a Madrid, ejerció de dama de compañía de la
reina Isabel de Valois y continuó realizando retratos. Hacia 1571 se casó con
Fabrizio de Moncada, hermano del virrey de Sicilia, adonde se dirigió
seguidamente. Tras la muerte de su primer esposo, volvió a contraer matrimonio
con el noble genovés Orazio Lomellino, y vivió entre Génova y Palermo. En esta
última ciudad la visitó Anton van Dyck en 1624, retratándola en su cuaderno de
viaje y anotando una edad de noventa y seis años que no la impedía conservar un
genio sutil y ser capaz de discutir todavía sobre la pintura.
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