jueves, 9 de enero de 2020

MARÍA DE MAEZTU





 


María de Maeztu y Whitney nació el 18 de julio de 1881 en Vitoria, hija de Juana Whitney, hija de un diplomático británico nacida en Niza y posteriormente fundadora y directora de la Academia Maeztu, y del ingeniero Manuel de Maeztu y Rodríguez, hacendado cubano de ascendencia navarra nacido en Cienfuegos. Sus padres se conocieron en París cuando su madre tenía 16 años y se establecieron en Vitoria.​ La pareja tuvo cinco hijos: Ramiro, Ángela, Miguel, María y Gustavo. Formaba parte de la "prestigiosa y dura familia de los Maeztu".​ La muerte del padre en Cuba en 1898 y confusos problemas administrativos en torno a su herencia y el hundimiento en 1894 de los negocios familiares en Cuba, dejaron a Juana Whitney y sus hijos en situación precaria. La familia tuvo que trasladarse a Bilbao, ciudad en la que Juana montó la Academia Anglo-Francesa, donde Juana impartía inglés y Ángela francés.
María de Maeztu se licenció por la Escuela Normal de Magisterio y también colaboró en la academia de su madre hasta que en 1902 comenzó a ejercer como maestra en una escuela pública de Santander, desde donde fue trasladada a Bilbao cinco meses después; terminando su periplo en Madrid en 1909.  Continuó entretanto su formación universitaria. Habiendo obtenido el bachiller en el Instituto de Vitoria en 1907, dos años después se matriculó como alumna no oficial en la Universidad de Salamanca, completando los estudios en Madrid, donde se licenció en Filosofía y Letras en 1915.
La formación internacional de Maeztu prosiguió en los siguientes años, viajando a Bruselas  y a Alemania, en cuya Universidad de Marburgo fue alumna de Paul Natorp y de Nicolai Hartmann en 1912. Este viaje fue sugerido por Ortega y Gasset para conocer el pensamiento del segundo movimiento neokantiano alemán. De regreso a Madrid, ingresó en el Centro de Estudios Históricos, en el círculo de José Ortega y Gasset.
En la primavera de 1919 María de Maeztu visitó el Smith College, la universidad privada femenina estadounidense ubicada en Northampton, Massachusetts, y en esta visita le fue otorgado un título honorario en la ceremonia de graduación del college celebrada el 17 de junio de 1919. Esto la dotó de unas credenciales académicas en Estados Unidos que le sirvieron para establecer unos lazos permanentes de colaboración con diversas universidades norteamericanas.
​La Residencia Internacional de Señoritas, creada en Madrid por la Junta de Ampliación de Estudios, le fue encomendada su organización y dirección.​ Cargo que desempeñó entre 1915 y 1936 y que se convertiría en el gran proyecto de su vida.

La Residencia de Señoritas supuso un éxito inmediato que compartía sus objetivos con el Instituto Internacional dirigido por Susan Huntington en Estados Unidos. Era una microcomunidad de conocimiento femenino. Fruto de su relación con Hutington fueron los viajes que realizó a aquel país con los que consiguió establecer el primer programa de estudio para mujeres en el extranjero. En 1923 todas estas colaboraciones se englobaron bajo un convenio bilateral de colaboración, articuladas en cuatro tipos de iniciativas: intercambio de alumnas, lectorados en el extranjero, becas de investigación e intercambio de material de laboratorios y bibliográfico.


A la Residencia podía acceder cualquier muchacha mayor de 17 años que hiciera sus estudios en Madrid o preparase su ingreso en las facultades universitarias, Escuela Superior de Magisterio, Escuela Normal, Escuela Hogar o que privadamente estuviese ampliando su formación científica. También se admitía alumnas extranjeras y externas. Se les ofrecía además de residencia clases y cursos dados en sus dependencias. Así había clases complementarias de Pedagogía y Filosofía dadas por Maeztu. El éxito fue rotundo y pronto sucedió que el número de estudiantes de licenciaturas y doctorados sobrepasara a las aspirantes a maestras. Además era lugar de encuentro con conferencias y cursos cuyo público era eminentemente femenino. Entre las más destacadas figuran la poeta Concha Méndez, las abogadas Victoria Kent y Matilde Huici, la posterior diputada republicana Francisca Bohigas, las periodistas María Luz Morales y Josefina Carabias, la física Felisa Martín Bravo o las médicas Cecilia García de Cosa y Elisa Soriano. Una de las figuras más relevantes que visitaron la Residencia fue Gabriela Mistral que se alojó allí en diciembre de 1924.​ En 1931 Marie Curie se alojó también durante su estancia en Madrid. Ese mismo año en octubre Victoria Ocampo, directora de la revista Sur argentina, pronunció una conferencia sobre Harlem y en 1935 dio otra con el título "Supremacía del alma y de la sangre". María Montessori también residió cuando estuvo en Madrid dando conferencias sobre su método en 1934.


María de Maeztu consiguió compatibilizar su tarea en la Residencia de Señoritas con la dirección de uno de los departamentos del Instituto Escuela puesto en marcha también por la JAE en 1918, donde pudo abrir aún más el abanico de sus ideas pedagógicas. Maeztu lo definió como la primera escuela activa oficial de España. Para ella, lo importante no es que el alumnado infantil aprendiera y repitiera sino que reflexionara, constatara y ejecutara. Por ello, todas las enseñanzas habían de partir de los hechos y de la observación de fenómenos. Puso especial empeño en que no hubiera libros de texto sino que el alumnado tomara sus propios apuntes desde el inicio de sus estudios para que se acostumbrara a interpretar lo que oía.
En 1926 María de Maeztu fue confundadora y primera presidenta del Lyceum Club Femenino a semejanza de los ya existentes en Europa;​ si bien desde un principio ella abogaba por un club mixto, tuvo que aceptar el reglamento internacional que regía en Europa. El Lyceum tenía como objetivo fomentar el espíritu colectivo de las mujeres y ser también un lugar abierto a las mujeres casadas que no querían tener como único horizonte las cuatro paredes del hogar.​ Se inauguró con ciento cincuenta socias de todas las tendencias. Siguiendo el modelo internacional, dispuso de secciones de Literatura, Ciencias, Artes Plásticas e Industriales, Social, Música e Internacional. Maeztu organizaba cursillos, conferencias, conciertos, exposiciones, a cargo de intelectuales, científicos y de artistas nacionales y extranjeros. Durante la dictadura de Primo de Rivera, María de Maeztu, respaldada por su hermano Ramiro, aceptó —junto con otras 12 mujeres— ser miembro de la Asamblea Nacional, en la sección dedicada a la educación. Entre 1926 y 1929 realizó varios viajes a América: Argentina, Uruguay y México donde impartió cursos sobre educación y conferencias sobre la cultura española. Además fue delegada de España en diferentes Congresos de Educación en Europa y América. Más tarde, en 1930, fue vocal del Consejo de Instrucción Pública, y en 1934 miembro del Consejo Nacional de Cultura. Accedió a la docencia universitaria en 1932, en la recién creada Sección de Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, cargo que ostentó hasta 1936.


Al estallar la Guerra Civil en 1936, el fusilamiento de su hermano Ramiro, intelectual noventayochista que tras una juventud en el liberalismo radical había evolucionado hacia la ideología de la derecha nacionalista, supuso un duro golpe para María. Apartada de su puesto en la Residencia de Señoritas —otras fuentes citan que dimitió—, salió de España y tras haber pasado por Estados Unidos llegó a Buenos Aires, donde fijó su residencia y en cuya Universidad se le concedió la cátedra de Historia de la Educación, que mantuvo hasta su muerte. En este exilio fue ayudada por sus amigas Gabriela Mistral, que le ofreció a María su casa en Lisboa, y Victoria Ocampo que a finales de mayo de 1937 le ofreció asistir a un congreso de Historia en Buenos Aires para impartir un ciclo de conferencias. Esto hizo que se animara a establecer su residencia en la capital argentina, tras rechazar la cátedra de Literatura Española en el Bernard College de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. En Buenos Aires se dedicó a dar conferencias, impartir cursos, escribir artículos y libros. Intentó crear una nueva Residencia pero no hubo presupuesto para ella. Viajó a España en enero de 1947, con motivo de la muerte de su hermano Gustavo​, y pronunció un discurso con ocasión de la inauguración de la Cátedra Ramiro de Maeztu en la Universidad Central de Madrid. De vuelta a Buenos Aires, falleció el año siguiente. Su cadáver fue repatriado al mausoleo familiar de Estella (Navarra), entre grandes honores.​

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