Murasaki Shikibu fue una escritora, poetisa y cortesana
japonesa autora en el siglo XI de la primera novela japonesa: Genji Monogatari,
obra que también se ha considerado la primera novela moderna del mundo. Desde
el siglo XIII, sus obras han sido ilustradas por artistas japoneses y conocidos
maestros de la estampa japonesa del ukiyo-e.
Nació a mediados del período Heian como hija del modesto
letrado y literato Fujiwara no Tametoki, perteneciente a una familia de
funcionarios letrados de la mediana nobleza, aunque lejanamente emparentada con
la poderosa familia Fujiwara. Era nieta del gran poeta Fujiwara no Kanesuke.
Las mujeres durante el período Heian eran excluidas del
aprendizaje del chino, el lenguaje escrito del gobierno, pero Murasaki, criada
en el hogar de su erudito padre, recibió una excelente educación, y de niña
destacó ya por su inteligencia, asimilando clásicos de la literatura china que
incluso los jóvenes encontraban difíciles y obteniendo una temprana fluidez. Su
infancia, en cambio, no fue muy feliz, pues su madre murió poco después de su
nacimiento, así como su hermana mayor, de quien ella dependía. Poco después se
casó con un noble de similar clase social, Fujiwara no Nobutaka, que moriría
también dejándole una hija. En este contexto creó su novela El relato de Genji,
de carácter realista. La obra le granjeó no poca popularidad, por lo que el
regente Fujiwara no Michinaga la agregó a la corte de Fujiwara no Shōshi como
dama de compañía hasta el año 1013. Al año siguiente murió y su tumba se
conserva en la antigua capital, Kioto, escenario de las andanzas de sus
personajes.
Es autora de un diario, Murasaki Shikibu Nikki y del Genji
monogatari. La novela de Genji, la novela psicológica más antigua de la
literatura universal y la más importante de la literatura japonesa clásica. La
autora vivió el esplendor de la familia Fujiwara en el poder y la decadencia de
la era Heian, y de forma preexistencialista apercibió el vacío y falsedad de la
sociedad aristocrática de su tiempo, la misma que alimentaba el sufrimiento de
las mujeres de su época. Su notable capacidad de observación la hizo reflejar
con realismo todas las emociones propias del ser humano.
Genji monogatari es una extensísima narración que refiere la
vida y aventuras amorosas del ficticio príncipe Hikaru Genji y las de sus
descendientes a lo largo de 54 capítulos. Las primeras 41 empiezan con los
amores entre el emperador Kiritsubo y una dama de inferior rango en su corte,
de los que nace el protagonista, Genji. Este mantiene una ilícita aventura con
su madrastra, la dama Fujitsubo, que concluye al morir Murasaki, la mujer que
más ha significado en su vida; junto a esto se desarrolla paralelamente el
ascenso social de Genji en la corte y su caída en desgracia, seguida de su
exilio y retorno. Los trece capítulos restantes cuentan la historia de los
descendientes de Genji: su hijo Kaoru y su nieto el príncipe Niou. Los amores y
rivalidades de estos personajes continuarán la saga de Genji sin alcanzar el
brillo de antaño. Sin embargo, este relato está entreverado de todo tipo de
narraciones episódicas que convierten a la obra en un vasto fresco de la
sociedad de su época.
De la novela se extrae una melancolía existencial motivada
por el contraste entre el refinamiento aristocrático y las bellezas de la
naturaleza y los sufrimientos y miserias originadas e impuestas a los
sentimientos de los personajes femeninos, víctimas de una sociedad poligámica.
El sentimiento de transitoriedad que confiere a la narración la filosofía
budista que se acentúa hacia el final de la obra contribuye a esta sensación.
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