Chavela Vargas, figura
latinoamericana de la música ranchera, nació en Costa Rica, en San Joaquín de
Flores, Heredia, hija de Francisco Vargas y Herminia Lizano. Fue bautizada en
la Basílica de La Virgen de los Ángeles tres meses después, el 15 de julio de
1919, con el nombre María Isabel Anita Carmen de Jesús. Tuvo una infancia
difícil: sus padres se divorciaron y se desentendieron de ella, dejándola al
cuidado de unos tíos. En México, país del que obtuvo la nacionalidad, residió
por casi ocho décadas y allí falleció.
Chavela incursionó en la canción
ranchera, que tenía un peculiar estilo de interpretar. Una de las vertientes de
la canción ranchera, la representada por José Alfredo Jiménez suele ser
emotiva. Chavela cantaba este tipo de canciones, pero lo hacía sola, con apenas
una guitarra y con su voz, emulando la forma de cantar de un hombre ebrio. Por
ello, en ocasiones, bajaba el ritmo de las melodías. De este modo, teñía de más
desgarro canciones que otros entendían como pícaras o de humor.
Fue un personaje a
contracorriente desde joven: vestía como un hombre, fumaba tabaco, bebía mucho,
llevaba pistola y era reconocida por su característico poncho rojo. A los 81
años, en una entrevista para la televisión colombiana en el año 2000, por
primera vez expresó abiertamente que era lesbiana.
Chavela Vargas se trasladó a
México cuando tenía 17 años y posteriormente adoptó la nacionalidad mexicana. A
los treinta se hizo cantante profesional, de algún modo, apadrinada por el
compositor y cantante José Alfredo Jiménez, de quien era compañera de parrandas.
Cuentan que cuando Jiménez falleció, Chavela acudió a su velatorio, y se
desplomó cantando y llorando, borracha. Cuando varias personas intentaron
apartarla, la viuda de José Alfredo las detuvo: “Déjenla, que está sufriendo
tanto como yo”.
A finales de los años cincuenta
empezó a hacerse conocida en algunos círculos artísticos, en parte gracias a
sus actuaciones en Acapulco, Gro., meca del turismo internacional. Allí actuaba
en la sala Champagne Room del restaurante La Perla. Actuó en la fiesta nupcial
de Elizabeth Taylor y Mike Todd, a la que acudieron famosos como Cantinflas,
Debbie Reynolds y su entonces marido Eddie Fisher. En aquella época, Chavela
conoció a Ava Gardner, Rock Hudson y Grace Kelly. Trabó una estrecha amistad con
los pintores Diego Rivera y Frida Kahlo, que la alojaron en su casa. En su
larga vida también formó lazos con Picasso, Pablo Neruda, Carlos Fuentes,
Carlos Monsiváis, Juan Rulfo, López Michelsen, Agustín Lara, Alfonso Camín,
Nicolás Guillén y Gabriel García Márquez, con quien cenaba una vez al año en
cualquier lugar del mundo donde se encontraran. En el mundo de la música fue
muy cercana a José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Tomás Méndez, Álvaro
Carrillo, Cuco Sánchez, Facundo Cabral, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Ana
Belén, Víctor Manuel, Sara Baras, Buika, Eugenia León, Martirio, María Dolores
Pradera y Lila Downs, entre otros.
Su primer álbum fue publicado en
1961. Participó en la serie de televisión mexicana Premier Orfeón, que se
inició a rodar en 1964 y en 1967 actuó como Ángela en la película del director
mexicano José Bolaños La soldadera.
Los graves problemas producidos
por el alcohol en su vida personal la llevaron a retirarse de una carrera
artística de gran éxito a finales de los años setenta, y durante años se
sumergió en el anonimato. Gracias al impulso de las artistas Liliana Felipe y
Jesusa Rodríguez, empezó a superar sus problemas con el alcoholismo y regresó a
la escena pública a principios de los años noventa, a través de presentaciones
en el mítico teatro-bar "El Hábito", de Coyoacán, de propiedad de sus
dos amigas. En este lugar, se produjo su encuentro con el editor español Manuel
Arroyo Stephens, quien junto a Pedro Almodóvar, impulsaron su regreso a España.
No volvió a beber en sus últimos veinte años.
Chavela debió buena parte de la
fama de su segundo periodo de actividad artística a su aparición en varias
películas de éxito, bien mediante canciones incluidas en ellas, o como actriz.
Werner Herzog la incluyó, interpretando a una nativa, en su película Grito de
Piedra. El director español Pedro Almodóvar incluyó canciones interpretadas por
ella en varios de sus filmes, como Tacones lejanos; alcanzó un importante éxito
con la canción de Agustín Lara "Piensa en Mí" en la voz de Luz Casal.
Chavela apareció después en la película de Julie Taymor, Frida, cantando una
versión del popular son istmeño "La Llorona" y de la canción ranchera
de Tomás Méndez "Paloma Negra". También apareció en Babel, la
multipremiada película de Alejandro González Iñárritu, cantando "Tú Me
Acostumbraste", bolero de Frank Domínguez.
Fue muy sonada la aparición de
Chavela en la Sala Caracol de Madrid, en 1993, donde logró recobrar su fama y
la atención, tanto de su público seguidor como de nuevas generaciones de
admiradores y de los medios de comunicación, en particular en España.
La relación de Chavela con México
fue agridulce. Hasta su edad madura, sus actuaciones en televisión o teatros
públicos siempre fueron modestas, siendo por tanto una figura marginal. La
"Dama del poncho rojo" pareció haberse reconciliado con su país natal
en abril de 1994, cuando ofreció un majestuoso concierto en el Teatro Nacional
de San José y luego en un auditorio de la Universidad de Costa Rica, en los que
cautivó con sus "Macorina", "Un mundo raro", "La
Llorona" y "Paloma Negra".
A mediados de 2001, ofreció un
multitudinario concierto en el Zócalo de la Ciudad de México, al cual
asistieron medios de prensa del país y sus seguidores, que la ovacionaron y
cantaron con ella las canciones más conocidas de autores mexicanos como: Piensa
en Mí, Macorina, María Tepozteca, Las Ciudades, La Bien Pagá y Un Mundo Raro,
entre muchos otros. En ese mismo año publicó su libro "Y si quieren saber
de mi pasado..." que recopilaba relatos autobiográficos de la cantante
desde un aspecto más íntimo, y que se convirtió en éxito de ventas.
En 2004, a la edad de 85 años,
presentó el disco En Carnegie Hall, tras haberlo grabado durante una única
actuación en tan famoso escenario neoyorquino, repleto de seguidores de todo el
mundo que agotaron todos los boletos a las dos semanas de fijarse el concierto.
En 2004 ofreció un concierto en
el Luna Park de Argentina, donde el costo de la entrada era un libro que debía
ser donado para una biblioteca pública de ese país. En esa ocasión también
llenó dicho estadio e interpretó la famosa canción No soy de aquí ni soy de
allá de su amigo Facundo Cabral, acompañada por la cantante local La Negra
Chagra.
Sus últimos años los vivió en
Tepoztlán, Morelos, a las faldas del cerro del Tepozteco, con quien decía
charlar todas las mañanas. Desde 2009, en varias entrevistas, declaró que le
gustaría morir un domingo y que su funeral fuera un lunes o un martes
"para no echarle a perder el fin de semana a nadie".
Durante 2009, con motivo de su
90º aniversario, el Gobierno de la Ciudad de México le rindió un homenaje
nombrándola Ciudadana Distinguida. A este evento concurrieron varias
personalidades del ámbito artístico, cultural y periodístico, entre los que se
cuentan la cantautora Julieta Venegas, la intérprete Eugenia León, el escritor
Carlos Monsiváis, la periodista Carmen Aristegui y sus amigos Joaquín Sabina y
Pedro Almodóvar.
En diciembre de 2009, en
coautoría con María Cortina, se presentó el libro Las Verdades de Chavela, que
narra, a modo de entrevista, los acontecimientos más trascendentes de la vida
de Chavela Vargas. En abril de 2010, a los 91 años de edad, presentó su más
reciente material discográfico: Por Mi Culpa. En él incluyó dúos con sus
grandes amigos: Eugenia León, Lila Downs, Joaquín Sabina, La Negra Chagra y
Mario Ávila. En octubre de 2010 se presentó en el marco de la Feria
Internacional del Libro de la Ciudad de México, donde logró reunir en el Zócalo
de la ciudad a miles de personas para el relanzamiento de su libro y disco. Y
al día siguiente ofreció un concierto junto con la argentina en el Teatro de la
Ciudad "Esperanza Iris".
En abril de 2012, con 93 años de
edad, lanzó su disco-libro Luna Grande, donde revivió, a modo de homenaje,
relevantes poemas del escritor español Federico García Lorca y repasó algunos
de sus éxitos. El disco fue presentado el domingo 15 de abril de 2012 en el
Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, el cual era considerado por la
artista el escenario más importante del mundo. En aquella ocasión estuvo
acompañada por la mexicana Eugenia León y la española Martirio, además de Laura
García Lorca, sobrina del poeta. Esta sería la última actuación ofrecida por la
cantante en México, del que se despidió con una peculiar versión de "La
Llorona" diciendo: "Y así termina una historia que comenzó de la
nada. Dame la mano, llorona, que vengo muy lastimada. Señora, dame la mano, que
vengo mucho muy cansada...". Esta fue la segunda y última ocasión que
Chavela Vargas se presentó en el Palacio de Bellas Artes, antes sólo lo había
hecho en 1995. En julio de 2012 viajó a España para presentar su último disco
en un recital en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Fue su última
aparición pública y su última actuación. Dos días después, el 12 de julio, fue
hospitalizada en dicha ciudad por un cuadro de fatiga y taquicardia. Se
recuperó y emprendió viaje de regreso a México, sabiendo que le quedaba poco
tiempo. El 30 de julio de 2012 fue internada en el hospital, con problemas
crónicos en corazón, pulmones y riñones, esto tras el viaje a España. No quiso
ser entubada, ya que quería tener una muerte natural. Se le preguntó que si se
arrepentía de haber hecho ese viaje, a lo que respondió: “Yo sabía
perfectamente bien cuáles eran los costos, y claro que valió la pena. Le dije
adiós a Federico, les dije adiós a mis amigos y le dije adiós a España. Y ahora
vengo a morir a mi país.”
El domingo 5 de agosto de 2012 se
dio a conocer su fallecimiento a través de su Twitter oficial con la siguiente
frase: “Silencio, silencio: las amarguras volverán a ser amargas... se ha ido
la gran dama Chavela Vargas”.
Los días siguientes se llevaron a
cabo homenajes de cuerpo presente en la Ciudad de México. El domingo 5 de
agosto su cuerpo fue velado, de manera privada, en una agencia funeraria para
ser trasladado el lunes 6 de agosto a la Plaza de Garibaldi donde las cantantes
Eugenia León, Tania Libertad y Lila Downs cantaron a la difunta acompañadas por
un grupo de mariachis y por seguidores de La Chamana. El martes 7 de agosto se
rindió un homenaje de cuerpo presente a Chavela Vargas en el Palacio de Bellas
Artes donde también estuvieron presentes las cantantes que eran sus amigas.
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