miércoles, 12 de febrero de 2020

ROSA CHACEL




Nacida en una familia liberal, creció en un ambiente que le permitió desarrollar una personalidad de gran independencia, amplia cultura literaria y una autonomía de pensamiento poco frecuentes en una niña educada sin asistir a colegio alguno durante su niñez a causa de su delicada salud. Recibió educación directamente de su madre, Rosa-Cruz Arimón, que era maestra, y le dio formación elemental en su propia casa. En 1908 la familia se traslada a Madrid y van a vivir cerca del hogar de su abuela materna, en el madrileño barrio de las Maravillas. Aproximadamente a los once años es matriculada en la Escuela de Artes y Oficios, y de allí pasa a la Escuela del Hogar y Profesional de la mujer, inaugurada poco después. En 1915 pasa a matricularse en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, con la finalidad de estudiar escultura, pese a que abandonaría esta materia en 1918. Es en este momento cuando conoce a quien será su futuro marido: el pintor Timoteo Pérez Rubio; y a una de las grandes figuras intelectuales de aquella época: Ramón María del Valle-Inclán. Desde su ingreso en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando empieza a frecuentar las tertulias del café Granja El Henar y el Ateneo de Madrid.​ En esa época (1918-1922) comienza a colaborar con la revista vanguardista Ultra, y trabar amistad con personajes como José Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, Ramón Gómez de la Serna, o Juan Ramón Jiménez entre otros.
Se casó en 1921 con el pintor Timoteo Pérez Rubio («Timo»), con quien tuvo a su único hijo, Carlos. Entre 1922 y 1927, viaja por Europa, primero en Italia acompañando a su marido, que había obtenido una beca en la «Academia de España» de Roma. Regresan a España en 1927, y se instalan en Madrid. Entra en el círculo de Ortega y Gasset, y empieza a colaborar en la Revista de Occidente, en la que publicó dos relatos "Chinina Migone", 1928, y "Juego de las dos esquinas", 1929; y un ensayo “Esquema de los problemas culturales y prácticos del amor”, publicado en 1931; en la La Gaceta Literaria; ​ y en el segundo número de la revista Ultra publica el relato "Las ciudades".​ También publicó su primera novela: Estación. Ida y vuelta (1930), novela en la estela de Ortega, que en esos días le encargó escribir una biografía de la amante de José de Espronceda, para una colección llamada "Vidas extraordinarias del Siglo XIX", y que, titulado Teresa, se acabó publicando en 1941 en Buenos Aires. En 1933 se trasladó temporalmente a Berlín, tratando de salir de la crisis creativa provocada por la muerte de su madre. Más tarde, en 1936, Manuel Altolaguirre le publicó en la colección Héroe, su libro de sonetos A la orilla de un pozo, con prólogo escrito por Juan Ramón Jiménez.​


Al estallar la Guerra Civil, Rosa Chacel permanece en Madrid. Colaboró con publicaciones de izquierda y suscribió manifiestos y convocatorias que se llevaron a cabo durante el primer año de la contienda, al tiempo que realizaba trabajos como enfermera.​ Por su parte, su marido fue uno de los responsables de que se evacuaran los cuadros del Museo del Prado durante la Guerra Civil, que en un primer momento se trasladaron de Madrid a Valencia, y luego a Cataluña, y de allí a Francia y posteriormente a Suiza.​ Rosa y su hijo se trasladan durante esta época a Barcelona, Valencia y finalmente en 1937 a París, permaneciendo, durante una breve etapa en Grecia, donde coincide con Concha Albornoz y hospedándose ambas en casa del escritor Nikos Kazantzakis. En sus diarios Alcancía, titulados también Ida y Vuelta (1982) y en el libro Timoteo Pérez Rubio y sus retratos del jardín, la autora hace referencia a este período, no pudiendo estar toda la familia reunida hasta el final de la contienda en 1939, cuando logran reunirse en el exilio, en Brasil, con un paréntesis en Buenos Aires, con la finalidad de evitar que su hijo Carlos llegase a desconocer el idioma español.​

 

Es durante estas estancias en Buenos Aires cuando publica la novela que expertos han considerado la mejor de su obra literaria La sinrazón (1960) Por otra parte, en Brasil, continúa su actividad literaria: tertulias, colaboraciones en prensa escrita, traducciones del francés y el inglés; y aunque no deja de escribir, puede afirmarse que su exilio resultará poco prolífico en lo narrativo y además, la situación económica de la familia llegó a ser comprometida. En 1959 consiguió una beca de creación, otorgada por la Fundación Guggenheim, que la lleva a residir durante dos años en Nueva York; el proyecto es escribir un libro de ensayos erótico-filosóficos, Saturnal, ensayo que rescatará en 1970. Lo más destacable del periodo neoyorquino es que durante el mismo, Chacel trabó una estrecha amistad con Victoria Kent, descubriendo el Nouveau roman y defiende en foros de renombre el arte "moderno".​ Al finalizar la beca, en noviembre de 1961 viaja a España, permaneciendo tan solo hasta mayo de 1963, regresando nuevamente a Brasil. Pese a que vuelve en 1970, no será hasta 1973 cuando regresa a vivir a España, al conseguir que se le otorgara una beca de creación por parte de la Fundación Juan March, destinada a terminar Barrio de Maravillas. Pero no es hasta 1977, fecha en que muere su marido, cuando se instala definitivamente en Madrid, alternando mientras tanto su residencia entre Río de Janeiro y la capital española.
Con la llegada de la democracia se producen cambios en las esferas literarias y culturales en general del país. Esto hace que se produzca un redescubrimiento de Rosa Chacel y se empiece a valorar su obra. Este proceso coincide con una etapa de gran producción por parte de la autora, que publica y reedita muchas de sus obras. Publicó el ensayo La Confesión (1970). Al año siguiente salió Saturnal. Publicó los relatos de Sobre el piélago (1951) y Ofrenda a una virgen loca, publica en un solo volumen tres libros: Icada, Nevda, Díada. Y en 1976 publicó Barrio de Maravillas, que en cierto modo supuso su consagración. En la década de los años 80, comienza de nuevo una dura etapa en la que la autora vuelve a estar preocupada por su economía, cosa que le lleva a escribir los guiones para RTVE de una serie basada en su novela Teresa. Pero la serie, ya aprobada, se quedó sin filmar.​ En 1981 publicó el ensayo Los títulos y la novela Novelas antes de tiempo. En 1984 publicó Acrópolis y, Ciencias Naturales, que cerró el ciclo de Barrio de Maravillas. En 1986 se publica Rebañaduras y en 1989 Balaam, que es un libro de cuentos infantiles.


 Murió en 1994 y está enterrada en el Panteón de Personas Ilustres del Cementerio El Carmen de Valladolid.​

 



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