Nacida en una familia liberal,
creció en un ambiente que le permitió desarrollar una personalidad de gran
independencia, amplia cultura literaria y una autonomía de pensamiento poco
frecuentes en una niña educada sin asistir a colegio alguno durante su niñez a
causa de su delicada salud. Recibió educación directamente de su madre,
Rosa-Cruz Arimón, que era maestra, y le dio formación elemental en su propia
casa. En 1908 la familia se traslada a Madrid y van a vivir cerca del hogar de
su abuela materna, en el madrileño barrio de las Maravillas. Aproximadamente a
los once años es matriculada en la Escuela de Artes y Oficios, y de allí pasa a
la Escuela del Hogar y Profesional de la mujer, inaugurada poco después. En
1915 pasa a matricularse en la Escuela Superior de Bellas Artes de San
Fernando, con la finalidad de estudiar escultura, pese a que abandonaría esta
materia en 1918. Es en este momento cuando conoce a quien será su futuro
marido: el pintor Timoteo Pérez Rubio; y a una de las grandes figuras
intelectuales de aquella época: Ramón María del Valle-Inclán. Desde su ingreso
en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando empieza a frecuentar las
tertulias del café Granja El Henar y el Ateneo de Madrid. En esa época
(1918-1922) comienza a colaborar con la revista vanguardista Ultra, y trabar
amistad con personajes como José Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, Ramón
Gómez de la Serna, o Juan Ramón Jiménez entre otros.
Se casó en 1921 con el pintor
Timoteo Pérez Rubio («Timo»), con quien tuvo a su único hijo, Carlos. Entre
1922 y 1927, viaja por Europa, primero en Italia acompañando a su marido, que
había obtenido una beca en la «Academia de España» de Roma. Regresan a España
en 1927, y se instalan en Madrid. Entra en el círculo de Ortega y Gasset, y
empieza a colaborar en la Revista de Occidente, en la que publicó dos relatos
"Chinina Migone", 1928, y "Juego de las dos esquinas",
1929; y un ensayo “Esquema de los problemas culturales y prácticos del amor”,
publicado en 1931; en la La Gaceta Literaria; y en el segundo número de la
revista Ultra publica el relato "Las ciudades". También publicó su
primera novela: Estación. Ida y vuelta (1930), novela en la estela de Ortega,
que en esos días le encargó escribir una biografía de la amante de José de
Espronceda, para una colección llamada "Vidas extraordinarias del Siglo
XIX", y que, titulado Teresa, se acabó publicando en 1941 en Buenos Aires.
En 1933 se trasladó temporalmente a Berlín, tratando de salir de la crisis
creativa provocada por la muerte de su madre. Más tarde, en 1936, Manuel
Altolaguirre le publicó en la colección Héroe, su libro de sonetos A la orilla
de un pozo, con prólogo escrito por Juan Ramón Jiménez.
Al estallar la Guerra Civil, Rosa
Chacel permanece en Madrid. Colaboró con publicaciones de izquierda y suscribió
manifiestos y convocatorias que se llevaron a cabo durante el primer año de la
contienda, al tiempo que realizaba trabajos como enfermera. Por su parte, su
marido fue uno de los responsables de que se evacuaran los cuadros del Museo
del Prado durante la Guerra Civil, que en un primer momento se trasladaron de
Madrid a Valencia, y luego a Cataluña, y de allí a Francia y posteriormente a
Suiza. Rosa y su hijo se trasladan durante esta época a Barcelona, Valencia y
finalmente en 1937 a París, permaneciendo, durante una breve etapa en Grecia, donde
coincide con Concha Albornoz y hospedándose ambas en casa del escritor Nikos
Kazantzakis. En sus diarios Alcancía, titulados también Ida y Vuelta (1982) y
en el libro Timoteo Pérez Rubio y sus retratos del jardín, la autora hace
referencia a este período, no pudiendo estar toda la familia reunida hasta el
final de la contienda en 1939, cuando logran reunirse en el exilio, en Brasil,
con un paréntesis en Buenos Aires, con la finalidad de evitar que su hijo
Carlos llegase a desconocer el idioma español.
Es durante estas estancias en
Buenos Aires cuando publica la novela que expertos han considerado la mejor de
su obra literaria La sinrazón (1960) Por otra parte, en Brasil, continúa su
actividad literaria: tertulias, colaboraciones en prensa escrita, traducciones
del francés y el inglés; y aunque no deja de escribir, puede afirmarse que su
exilio resultará poco prolífico en lo narrativo y además, la situación
económica de la familia llegó a ser comprometida. En 1959 consiguió una beca de
creación, otorgada por la Fundación Guggenheim, que la lleva a residir durante
dos años en Nueva York; el proyecto es escribir un libro de ensayos
erótico-filosóficos, Saturnal, ensayo que rescatará en 1970. Lo más destacable
del periodo neoyorquino es que durante el mismo, Chacel trabó una estrecha
amistad con Victoria Kent, descubriendo el Nouveau roman y defiende en foros de
renombre el arte "moderno". Al finalizar la beca, en noviembre de
1961 viaja a España, permaneciendo tan solo hasta mayo de 1963, regresando
nuevamente a Brasil. Pese a que vuelve en 1970, no será hasta 1973 cuando regresa
a vivir a España, al conseguir que se le otorgara una beca de creación por
parte de la Fundación Juan March, destinada a terminar Barrio de Maravillas.
Pero no es hasta 1977, fecha en que muere su marido, cuando se instala
definitivamente en Madrid, alternando mientras tanto su residencia entre Río de
Janeiro y la capital española.
Con la llegada de la democracia
se producen cambios en las esferas literarias y culturales en general del país.
Esto hace que se produzca un redescubrimiento de Rosa Chacel y se empiece a
valorar su obra. Este proceso coincide con una etapa de gran producción por
parte de la autora, que publica y reedita muchas de sus obras. Publicó el
ensayo La Confesión (1970). Al año siguiente salió Saturnal. Publicó los
relatos de Sobre el piélago (1951) y Ofrenda a una virgen loca, publica en un
solo volumen tres libros: Icada, Nevda, Díada. Y en 1976 publicó Barrio de
Maravillas, que en cierto modo supuso su consagración. En la década de los años
80, comienza de nuevo una dura etapa en la que la autora vuelve a estar
preocupada por su economía, cosa que le lleva a escribir los guiones para RTVE
de una serie basada en su novela Teresa. Pero la serie, ya aprobada, se quedó
sin filmar. En 1981 publicó el ensayo Los títulos y la novela Novelas antes de
tiempo. En 1984 publicó Acrópolis y, Ciencias Naturales, que cerró el ciclo de
Barrio de Maravillas. En 1986 se publica Rebañaduras y en 1989 Balaam, que es un
libro de cuentos infantiles.
Murió en 1994 y está enterrada en el Panteón de
Personas Ilustres del Cementerio El Carmen de Valladolid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario