Fue una poetisa, novelista,
cantante lírica y actriz española vinculada a la Generación del 27 y la
corriente vanguardista hispánica de la primera mitad del siglo XX. Integrante
del movimiento de Las sinsombrero
Fue la menor de seis hermanos,
nacidos en el seno de la familia formada por Bernardo de la Torre y Francisca Millares Cubas. Por ello no es de
extrañar que su temperamento artístico estuviera marcado por distintos ámbitos,
principalmente la música, la poesía y la interpretación dramática. Su
introductor en el terreno musical fue su tío, el barítono Néstor de la Torre
Comminges, intérprete de amplia trayectoria en Canarias.
De la Torre comenzó a escribir
poesía a los ocho años, en 1915, cuando compuso unos versos dedicados al poeta
modernista canario Alonso Quesada, aunque un año antes ya había escrito un
poema de homenaje a Benito Pérez Galdós, y a los 13 comenzó a publicar en
revistas. La influencia de su hermano Claudio, novelista y dramaturgo en auge
en aquel momento, y Premio Nacional de Literatura en 1924, fue muy importante
para su iniciación en el campo de la literatura y también de la representación
teatral. Así en 1927, creó en su casa de Las Canteras el llamado Teatro Mínimo
que dirigía su hermano Claudio. De hecho, le acompañó a recoger el Premio
Nacional de Literatura y así entró en contacto con diversos escritores de la
capital de España. De este encuentro, empezó a relacionarse con el escritor
Pedro Salinas. Salinas acuñó la definición de "muchacha-isla" para
referirse a las resonancias marcadamente insulares de la poética de Josefina,
las cuales con el tiempo se convertirían en el rasgo diferenciador de su
poesía, dentro del conjunto de la Generación del 27, que comprendía entre otros
a Federico García Lorca, Rafael Alberti,
Ernestina de Champourcin y otros intelectuales de la madrileña Residencia de
Estudiantes. De estos y otros escritores vinculados a la Generación del 27
recibe una notable influencia. Su poesía está impregnada de los principios
poéticos de dicha Generación: sencillez formal, lirismo interior y cercanía al
lenguaje popular.
Durante sus largas estancias en
Madrid, aprovecha para perfeccionar sus estudios de canto en la escuela de
Dahmen Chao, donde culmina su formación como soprano. Su siguiente libro fue
Poemas en la isla publicado en 1930, y en el que continuaba con una poesía
ligera, estilizada. En 1934, junto con Ernestina de Champourcin son las dos
únicas mujeres cuyos poemas son incluidos por Gerardo Diego en su Antología de
la Poesía Española (Contemporáneos), de 1934.
En 1934 comienza a trabajar como
actriz de doblaje (de Marlene Dietrich) para la Paramount en Joinville,
Francia; es entonces cuando coincide con su viejo amigo, Luis Buñuel, con quien
trabaja en doblaje, bajo las órdenes de Claudio de la Torre, que se dedicaba a
adaptar guiones y dirigir los doblajes, así en la película Miss Fanes's Baby is
Stolen, de Alexander Hall, estrenada en España en 1935.
En 1935 regresa a Madrid, donde
instala su residencia, en un momento de su carrera en el que se quiere dedicar
de lleno a comenzar su carrera como soprano. Es ahora cuando desarrolla
plenamente su vocación musical y teatral. A partir de entonces cosecha
numerosos éxitos. En febrero de 1935 da un concierto, acompañada al piano por
Cipriano Rivas Cherif, en el Teatro María Guerrero que se anuncia como
"Concierto de 1900".
Otros escenarios recogieron la
huella de Josefina de la Torre Millares como cantante: el Lyceum Femenino, el
Instituto San Isidro de Madrid, el Monumental Cinema o la Residencia de Estudiantes
de Madrid. Fue en este último escenario donde, en 1936, ofreció un memorable
recital interpretando canciones de Fauré, Debussy, Esplá, Saint-Saëns...;
poniendo de manifiesto la versatilidad de su voz y sólida formación, lo que
queda demostrado al ingresar en la Orquesta Sinfónica de Madrid, donde llegó a
ser solista, y en la compañía de zarzuelas del maestro Sorozábal. Además de
intérprete, Josefina de la Torre Millares compuso sus propias partituras. La
más conocida lleva por título Puerto de mar.
Durante la guerra civil volvió a
su ciudad natal. Allí publicaría sus primeras novelas, algunas con estructura
cinematográfica, bajo el seudónimo Laura de Cominges. En la colección La Novela
Ideal, creación suya. Eran folletines que contaban historias de evasión.
Gracias a esta iniciativa consiguieron el sustento económico difícil tras la
guerra.
Entre 1940 y 1945, ya de vuelta
en Madrid, realiza trabajos no sólo como actriz, sino como ayudante de
dirección, guionista y columnista de la revista cinematográfica Primer Plano.
También participó como actriz en radionovelas, en Radio Nacional, y llegó a
adquirir notoriedad como actriz durante los años cuarenta, en los que participó
en varias películas con directores como Edgar Neville.
Su primer papel importante fue en
la película Primer amor, dirigida por Claudio de la Torre. A ésta le siguen: La
blanca paloma; Y tú, ¿quién eres?; Misterio en la marisma; El camino del amor;
Una herencia en París y La vida en un hilo, su último trabajo, junto a Conchita
Montes y Rafael Durán. Años más tarde publicará Memorias de una estrella,
novela en la que narra la historia de una actriz que abandona el cine en pleno
éxito.
Formó parte de la compañía del
teatro María Guerrero, donde acabaría siendo primera actriz desde 1940
debutando con la obra La rabia, libreto que se basaba en la obra La cena del
Rey Baltasar, original de Pedro Calderón de la Barca, y dirigida por Luis
Escobar.
En 1944 entra a formar parte del
grupo de actores y actrices del Teatro invisible de RNE, donde permanece hasta
1957, momento en el que pasa a trabajar en La Voz de Madrid. Dedicada de lleno
al teatro, en 1946 funda su propia compañía de comedias, junto a su marido, el
también actor Ramón Corroto, y siendo director artístico su hermano Claudio de
la Torre. La compañía lleva a escena una quincena de obras, entre otras: El
caso de la mujer asesinadita, de Miguel Mihura, o Casa de muñecas, de Henrik
Ibsen. En los años sesenta llegó a participar en la primera versión española
del musical Sonrisas y lágrimas. También trabajó, hasta 1958 para otras
compañías de teatro como Dido Pequeño Teatro, T.O.A.R. , el Teatro Nacional
María Guerrero y Ensayo del Teatro Español y las compañías de Amparo Soler
Leal, Nuria Espert, María Fernanda D'Ocon y Vicente Parra. Su última
intervención como actriz fue en la conocida serie de Televisión Española
Anillos de oro.
Durante el largo periodo
franquista Josefina de la Torre no publica más que un libro de versos, Marzo incompleto,
publicado en 1968,4 en él la evocación del paraíso infantil y del paisaje
atlántico se sustituye por una concienciación del paso del tiempo y del
deterioro vital que comporta. En 1954 publicó dos novelas: Memorias de una
estrella y En el umbral. En 1988 publica Medida del tiempo, recogido este
último en la Antología sobre su obra que publica Lázaro Santana en la colección
Biblioteca Básica Canaria en 1989. Durante los años ochenta, Josefina de la
Torre Millares escribe el poemario Él, manuscrito e inédito.
Falleció a los 95 años, el 12 de
julio de 2002 en Madrid.
Obra literaria
Aunque de una gran calidad
literaria su producción escrita es escasa. Ella es una mujer vanguardista,
polifacética, cosmopolita, activa, deportista y conductora de su propio
automóvil. Para Josefina de la Torre su poesía está unida a sus recuerdos, su
infancia, su isla y todo su mundo interior. Así su obra se centra en temas como
la infancia, la muerte y la soledad, pero entre todos destaca uno en especial:
el paisaje insular, el mar y la playa, dentro de la tradición poética canaria.
La nostalgia y melancolía que desprenden sus poemas es por estar escritos desde
Madrid, lejos de su tierra natal. Sus cuatro libros de poesía son un diario
íntimo y personal, en los que se ve una evolución consecuente con la evolución
personal de la autora. En los dos primeros, Versos y estampas y Poemas de la
isla impera un optimismo vital cuyos
protagonistas son las Islas Canarias y su infancia. Mientras en el primero
utiliza un lenguaje sencillo, en el segundo evoca sentimientos, sensaciones y
recuerdos a través de imágenes y símbolos llenos de contrastes; es un estilo
más vanguardista y surrealista. Sigue usando el verso libre pero usa
constantemente paralelismos y anáforas para conseguir el ritmo. También utiliza
figuras del creacionismo, del futurismo y el ultraísmo. En su tercer libro
Marzo incompleto aunque publicado en la revista Azor en 1933, tiene un tono más
íntimo y, a veces doloroso. El tema principal es la maternidad que no le llega.
Su último libro, Medida del tiempo, permanece inédito hasta 1989 en que se
publican sus obras completas, Poemas de la vida. Hay poemas escritos desde 1940
hasta 1980, cuando muere su esposo. Es una compilación de toda su poesía llena
de recuerdos y añoranza. Alterna el estilo vanguardista con sonetos a la manera
clásica. En los versos inaugurales de este libro se añora aquella época de
versos y música compartidos con sus compañeros de generación, que la guerra
dispersó para siempre:
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